Foto perteneciente al fondo de ASAFEGI Foto perteneciente a Allan M. Barnes © Bob Vice Foto perteneciente a Allan M. Barnes © Bob Vice Foto perteneciente a Jordi Rabell
|
Foto perteneciente a Allan M. Barnes © Bob Vice
La estación era de tercera categoría, con una superficie edificada de 72 metros cuadrados, y estaba construida de mampostería y mahones con tejado a dos aguas con cubierta de teja plana. Interiormente la estación estaba constituida por una sala de espera, taquilla y vivienda del jefe de estación, compuesta por comedor-cocina y dos habitaciones. Al lado se encuentra el típico edificio de los retretes que ocupaba 17 metros cuadrados característico por tener un tejado a 4 aguas. Tras el edificio de servicios había un pequeño edificio de 16 metros cuadrados dividido en dos compartimentos hecho de mahones y cubierta de teja árabe de tejado inclinado. Completaba las instalaciones un pozo circular de 5 metros de hondo con lavadero anexo. Un poco más allá, junto a la riera y paso a nivel se encontraba la caseta de vías y obras, de unos 12 metros cuadrados, hecho de maones y cubierta de teja árabe a dos aguas.
Esta estación tuvo 4 Jefes de estación que se relevaron cada 19 años, execepto el primero que estuvo 31, y el principal problema que tuvieron era el paso a nivel anexo que se guardaba con dos barreras provistas de ruedas, igual al que había en Santa Cristina.
Como se puede ver en estas fotografías el turismo no había llegado todavía a la Costa Brava, y entonces Castell d'Aro vivía del campo, aunque, por ser un pueblo grande ya tenía algunos servicios que parovechaban el transporte en tren.
La evolución del tránsito de viajeros por la modesta estación, fue subiendo en número desde los poco más de 78 mil del periodo 1893 al 1900, hasta los 381 mil del periodo 41-50. Luego el auge de la carretera y el turismo hicieron el resto, y el picado en número de viajeros fue evidente. De hecho el auge de viajeros tenía su punto álgido en Agosto, dónde el traslado a las fiestas mayores de los pueblos y el tránsito hacia la capital evidenciaban un auge de tráfico de viajeros cuando el de mercancías iba en claro declive.
La carretera de Sant Pol no tenía a penas tráfico, y aunque el paso a nivel era con una carretera como el de Santa Cristina, aquel era el que salía siempre en las fotos por tener una barrera poco habitual. Justo al lado del paso a nivel había una riera con un pequeño puente. Junto a la riera una casilla de vías y obras y un pequeño depósito de balasto.
Castell d'Aro era una estación que soportaba cruce de trenes, como se puede ver en las tres instantáneas de debajo realizadas por Charles F. Firminger el 20 de abril de 1968.
|
Estación de Castell d'Aro en la actualidad
La estación de Castell d'Aro presenta buen aspecto general, muy cuidada y rodeada de verde, es un lugar de peregrinación para los aficionados a los trenes de 5 pulgadas y media por tener un circuito que circunda la antigua estación, haciendo con ello un atípico parque en el centro de Castell d'Aro.
|
|
Como se puede ver en las fotos la estación de Castell d'Aro no sólo está totalmente bien conservada, sino que incluso el Ayuntamiento la ha acondicionado para servir de instalación municipal.
Los servicios ubicados en el edificio anexo están totalmente operativos y sirven de apoyo a la vía verde.
En el interior de la estación se puede ver que el despacho del jefe de estación se ha conservado, incluso la imponente estructura de madera de la taquilla, que sirve de apoyo para la oficina de turismo. En el interior del despacho se guardan dos cuadros con una muestra de todos los billetes que se expidieron en la línea (foto de encima).
Castell d'Aro tuvo el boom turístico a partir del año 1962, con lo que en la actualidad, debido a que la mayoría de las edificaciones están en la costa se llama Castell-Platja d'Aro, cambiando ese mismo año el Ayuntamiento del interior a la playa.
A partir de 1970 se comienza a restaurar por primera vez el castillo de Benedormiens, que fue un punto de inflexión para realizar tareas de restauración de edificios singulares.
El primer documento en el que se menciona el castillo llamado de Benedormiens (« castrum appelatum Benedormiens») data del año 1041 y hace referencia a una reunión celebrada para decidir el futuro de dicho castillo recién construido con el fin de proteger el territorio del valle de Aro del peligro de invasiones sarracenas. Participaban la condesa Ermessenda, viuda del conde Ramón Borrell, el obispo Pere Roger de Gerona, el abad Landrid del monasterio de Sant Feliu de Guíxols, Gaufred Vidal y su esposa, señores de Pals y se reunieron en la iglesia de Santa Cristina del Valle de Aro. El castillo se cedió, no a un laico sino al monasterio de Sant Feliu de Guíxols junto con diezmos de la parroquia de Santa Cristina y de la zona del castillo.
Actualmente, el Castillo de Benedormiens aloja exposiciones de arte y manifestaciones de la cultura tradicional del municipio en las cinco salas que llevan los nombres de los personajes históricos relacionados con su historia. Nos encontramos, pues, ante un conjunto arquitectónico medieval de gran interés histórico.
|
En la actualidad en el parque de la estación trabaja la Associació del trenet de la Vall d'Aro presta servicio todo el año (menos agosto) para los aficionados al tren de 5 pulgadas y media todos los fines de semana.
Normalmente en el mes de agosto los amigos del Trenet de la Vall d'Aro hacen un Encuentro en el que locomotoras de 5 pulgadas venidas de otros sitios de Cataluña. En el año 2015 ya han llegado a sus 20 años de encuentros, y parte de las fotos del circuito que están animadas por los aficionados han sido realizadas el 9 de agosto de 2015.
Además han realizado una restauración de la locomotora número 5, que se encuentra en el parque de la estación junto con un coche de madera, que se encuentra en el chasis, y que está en periodo de reconstrucción.
|